martes, 28 de septiembre de 2010

Tamaulipas Presente UPN 283


DIPLOMADO EN COMPETENCIAS DOCENTES EDUCACIÓN MEDIA SUPERIOR

El Dr. Miguel Székely Pardo, Subsecretario de Educación Media Superior de la Secretaría de Educación Pública SEP al presentar la Reforma Integral de la Educación Media Superior menciona que es el resultado del esfuerzo que hace la Secretaria de Educación Pública, para poder abatir el déficit que actualmente atraviesa México en lo que se refiere al nivel medio superior.Considera urgente la implementación de nuevas políticas públicas en educación media superior debido a que este nivel no cuenta con un sistema nacional de educación, pues está conformado por toda una gran cantidad de subsistemas,los que en su mayoría son independientes entre sí, sin criterios comunes y con reglas distintas.Actualmente en México casi el cien por ciento de alumnos en edad de ser atendidos por la educación básica la están cursando, sin embargo el mayor número de deserciones se da en el nivel medio superior en donde poco menos de la mitad del alumnado que entra a primaria, no llega al Bachillerato.En México hay cuatro reformas que vienen en cierto modo a cumplir con los retos que la educación media del siglo XXI exige, mismas que se han implementado en el CONALEP, en los Bachilleratos Tecnológico, General y de la UNAM.

Estos modelos educativos, aunque se han manejado de manera independiente, tienen varios elementos en común, pues hacen énfasis en las habilidades y competencias de la búsqueda de la información a través de la tecnología, para poder crear un perfil de egresado.

La Reforma Integral de la Educación Media Superior (RIEMS) busca la flexibilidad y enriquecimiento del currículo, al permitir que el alumno adquiera las habilidades que necesita para enfrentarse a los cambios de un mundo globalizado de manera más fácil y en común con todos los egresados de otros subsistemas y contextos.De esta manera, si se cuenta un marco curricular en común, podrá propiciarse el tránsito (portabilidad) entre escuelas de Nivel Medio Superior. El Marco Curricular Común (MCC) permite articular los programas de los distintos subsistemas de Educación Media Superior (EMS) en el país.Comprende una serie de desempeños terminales expresados como competencias genéricas, competencias disciplinares básicas,competencias disciplinares extendidas (de carácter propedéutico) y competencias profesionales (para el trabajo).Todas las modalidades y subsistemas de la Educación Media Superior compartirán un MCC para la organización de sus planes y programas de estudio. Integrando la diversidad y flexibilidad sin perder su escencia.Específicamente, las dos primeras competencias serán comunes a toda la oferta académica del Sistema Nacional Bachillerato. Por su parte, las dos últimas se podrán definir según los objetivos específicos y necesidades de cada subsistema e institución, bajo loslineamientos que establezca el SNB.Esta estructura reordena y enriquece los planes y programas de estudio existentes y se adapta a sus objetivos; no busca reemplazarlos, sino complementarlos y especificarlos. Define estándares compartidos que hacen más flexible y pertinente el currículo de la EMS La propuesta para la creación del Sistema Nacional de Bachillerato (SNB) ha sido discutida ampliamente con los principales actoresde la Educación Media Superior, EMS en el país, como lo son las Autoridades Educativas de los Estados, la UNAM, el IPN y la Red Nacional del Nivel Medio Superior, de la ANUIES. Además, fue sometida a la consideración del Consejo de Especialistas de la SEP y otros expertos en educación.

Con la implementación de un Sistema Nacional de Bachillerato (SNB) se pretende homologar el título de bachiller, similar al que se obtiene al finalizar el nivel básico o superior, esto sin perder los objetivos particulares de cada programa de Bachillerato que el alumnohaya cursado en cualquier subsistema de Educación Media Superior.Lo anterior permitirá a México crear su propia política de Educación Media Superior (EMS) que esté a la par de las reformas que están instrumentando la Unión Europea y países como Francia, Argentina y Chile. Las cuales se basan en el modelo Australiano.Durante el ciclo escolar 2008-2009, se dieron los primeros pasos para la implementación de esta reforma integral, tras el establecimiento de tutorías y atención individual a los alumnos, así como el desarrollo y capacitación de la planta docente a través del Programa de Formación Docente de Educación Media Superior, PROFORDEMS SEP-ANUIES, becando a los docentes que pertenecen al Sistema Público de Educación Federal y de los Estados. Para el 2010 en Tamaulipas, con apoyo del Gobierno del Estado a través de la Secretaría de Educación, se otorga un apoyo económico a los docentes de las instituciones Públicas y Privadas para cursar el Diplomado en Competencias Docentes a través de la Universidad Pedagógica Nacional y Consultora Mexicana de Negocios, S.C. empleando instalaciones cómodas, equipo de alta tecnología y personal altamente calificado para diseñar programas que permitan la evaluación integral de todo el Sistema de Educación Media. Inicia 2 de Octubre 2010 BOCHOSKINNER estará en la preparatoria Ricardo Flores Magon como instructor osease.

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jueves, 23 de septiembre de 2010

GOYA...GOYA...CACHUN...CACHUN...RA.. RA


Maestro Justo Sierra: ¡misión cumplida!

Mis primeras palabras son de agradecimiento. Muchas gracias al Congreso de la Unión por la iniciativa. Gracias a todos los grupos parlamentarios de las cámaras de Diputados y de Senadores, a las presidencias de las mesas directivas, a las juntas de Coordinación Política, a todas y todos nuestros legisladores por este reconocimiento a la universidad de la nación. Por mi conducto, la comunidad de la máxima casa de estudios les expresa gratitud. Para nosotros, esta ceremonia tiene un valor inapreciable.
La UNAM es parte de la historia del país. Es una institución que ha cambiado en concordancia con las transformaciones del país. Ésta fue su historia en el virreinato, en el convulso siglo XIX; ésta es su historia en el centenario que ahora celebramos.
El proyecto definido por Justo Sierra creó una institución fundamental para que México se modernizara, para que el México de antes de la Revolución transitara al de hoy. Por ello, creo que con justeza se puede afirmar que la nación no sería la misma sin su universidad, como igualmente se puede sostener que ésta tampoco sería la misma si no hubiera estado tan estrechamente vinculada a la sociedad de la que es parte, a sus necesidades y anhelos. El vínculo de la UNAM con el país es la mejor muestra de la razón que Justo Sierra tenía al pensar que México necesitaba una institución liberadora, capaz de darle emancipación mental; una institución que le diera sustento a su modernización y progreso material.
Justo Sierra fundó una universidad para todo el país. Una institución que no ha sido simple transmisora de conocimiento, sino una verdadera educadora. Como él quería, en los últimos 100 años la Universidad Nacional ha apoyado a México en su desarrollo. Mucho es lo que ha aportado en la prestación de servicios, en lo económico, en la expansión de la infraestructura, en la ciencia, en el desarrollo tecnológico, en la cultura, en la política. Por ello, con orgullo y satisfacción podemos decir a nuestro fundador: maestro Justo Sierra: ¡misión cumplida!
La aportación más visible de la Universidad Nacional Autónoma de México al desarrollo del país es la preparación de millones de jóvenes que han podido estudiar y egresar de sus aulas, tanto de bachillerato como de licenciatura y posgrado. La UNAM ha abierto las puertas del conocimiento a jóvenes de todos los estratos sociales, muchos de los cuales han sido los primeros en sus familias en ingresar a la educación superior.
La universidad es uno de los espacios más importantes del país en el cultivo de las ciencias y las humanidades. Es una casa del pensamiento no sólo mexicano, sino iberoamericano. A lo largo de sus 100 años de existencia como Universidad Nacional, ha producido nuevo conocimiento para beneficio de la sociedad y ha contribuido al desarrollo de instituciones de educación superior en México y en otros países. Además de casa de estudios, la UNAM es casa de cultura, de creación y de difusión. Por medio de sus espacios cumple con su función de extender los beneficios de las culturas mexicana, iberoamericana y universal.
Al tiempo que ha atendido sus responsabilidades esenciales, ha realizado muchas otras tareas: custodia parte de la memoria histórica de México en la Biblioteca y la Hemeroteca nacionales; atesora numerosas colecciones nacionales y prestas servicios invaluables al conjunto del país. Como muestra de esto último se pueden mencionar los servicios Sismológico y Mareográfico, o el Observatorio nacionales. A lo anterior también se suman su papel en la conformación del régimen de libertades y del desarrollo de la vida democrática de México, así como en la preparación de líderes para todos los sectores y en todos los campos del saber y del quehacer humanos, y en la organización y desarrollo de varias de nuestras instituciones.
Reconocemos nuestras insuficiencias y nos esmeramos en superarlas. Sabemos que hay espacio para la mejoría y ahí tenemos un compromiso. Nos alienta permanentemente la posibilidad de progresar en el cumplimiento de nuestros objetivos.
Por nuestro compromiso con los asuntos del país, a los universitarios nos preocupan las condiciones que afectan a México. Sin duda, hoy somos mejores que hace un siglo, pero no hemos llegado adonde queríamos llegar. El verdadero progreso no se puede generar entre la desigualdad y la exclusión, en medio de la ignorancia y las muertes evitables. Tampoco la sociedad puede prosperar ni vivir en paz con los niveles de inseguridad que nos afectan.
Es hora de reconocer que muchos de nuestros problemas, de los históricos y los derivados del propio proceso de modernización, no tienen solución si seguimos por el mismo camino, si no se efectúan reformas de fondo, si no se ponen en práctica políticas alternativas, si no se imagina y traza un nuevo proyecto nacional.
Requerimos actualizar muchas de nuestras instituciones, para avanzar en la democracia, para fortalecer el federalismo y el equilibrio de los poderes, para estimular el desarrollo económico, para consolidar un verdadero estado de derecho donde la ley establezca su imperio, pero también para robustecer la política social. Los nuevos tiempos de México reclaman un diseño renovado de su porvenir y, en consecuencia, una reforma integral.
Debemos dar el gran salto del México desigual a uno con equidad, solidaridad y justicia social, donde la opulencia y la miseria se moderen, como planteó Morelos hace 200 años. Los derechos sociales para todos los mexicanos son, hoy por hoy, condición básica para avanzar hacia el país que todos anhelamos. Pero no basta con que dichos derechos se enuncien en el texto constitucional. Debemos avanzar y hacerlos exigibles.
La agenda de México en el siglo XXI debe partir de ese reconocimiento. El nuevo curso de desarrollo tiene que poner en el centro de su eje la lucha contra la desigualdad, la pobreza, la exclusión, la ignorancia y la enfermedad. Debemos reconocer que ningún proyecto vale la pena si no sirve para mejorar las condiciones de vida de la población. Es cierto, en términos presupuestales se debe actuar con responsabilidad, pero no privilegiar políticas en las que es más importante preservar los equilibrios financieros o fiscales que resolver los desequilibrios sociales o del desarrollo humano de nuestra gente.
Requerimos enfoques que miren al país en el largo plazo. Debemos retomar la confianza en nosotros mismos, cambiar para anticipar los nuevos desafíos. Difícilmente podremos avanzar en este sentido si no damos la debida prioridad a la educación, a la ciencia y al desarrollo tecnológico. La actual sociedad del conocimiento está transformando a las sociedades industriales en sociedades basadas en el conocimiento y la innovación, lo que implica invertir sustancialmente en estos ámbitos.
En este sentido, el progreso implica enormes desafíos para naciones como la nuestra. ¿Cómo pertenecer a la sociedad y a la economía del conocimiento en nuestras condiciones? Más allá de la retórica, si no se transforma radicalmente nuestra realidad, quedaremos retenidos en el viejo siglo. No daremos el paso correcto en tanto destinemos 0.7 del PIB a la educación superior y 0.4 a la investigación. No será posible mientras sólo tres de cada 10 jóvenes mexicanos estudien en las instituciones de educación superior. No será viable si no se multiplica, al menos por 10, el número de patentes concedidas a connacionales.
En estos tiempos en que se tiende a disminuir el valor de la política, es necesario reivindicarla en su sentido originario, de participación de los ciudadanos en los asuntos que interesan a todos, no como un fin en sí misma, sino como un medio para la realización de propósitos útiles a la sociedad. Es necesario retomar los valores intrínsecos de la política: el diálogo, la negociación, el respeto a las opiniones ajenas y la voluntad de alcanzar acuerdos.
La universidad es una institución académica. Para cumplir sus fines debe preservar la libertad de cátedra, de investigación, de expresión y de crítica. Tal libertad implica que no debe subordinarse ni comprometerse con los intereses emanados del ejercicio de la política. En la universidad caben todas las ideologías, todas las corrientes del pensamiento, ya como objeto de estudio, ya como forma de análisis de la realidad, o como método para lograr que la pluralidad se exprese con absoluta libertad. Sin embargo, en ella no cabe la política que tiene por objeto la obtención del poder. No cabe porque al hacerlo, al tomar parte de una posición, se acabaría con la riqueza que le da su pluralidad.
Soy de los que no tienen duda de que por nuestra universidad pasan las distintas agendas nacionales. Sin embargo, para que esto forme parte de la realidad, quienes coordinamos el trabajo de la comunidad debemos hacer a un lado las agendas personales, al tiempo que se conserva una sana y responsable cercanía con todas las fuerzas políticas del país, con todos los sectores, con la sociedad entera. El acto que nos convoca es un ejemplo de ello.
Yo no he escuchado en el Congreso a ningún legislador oponerse a la educación, la ciencia y la cultura. Por el contrario, en la última década los apoyos adicionales para la enseñanza superior aprobados por la Cámara de Diputados ascienden a 50 mil millones de pesos. Con su decisión, ni las finanzas públicas se desequilibraron ni se generó un colapso en nuestra economía.
En cambio, con esos incrementos y con los propuestos por el Ejecutivo federal, en 10 años la matrícula de la educación media superior y superior aumentó en más de un millón de alumnos y las universidades se fortalecieron.
Con frecuencia, los ciudadanos hemos conocido de acuerdos que toman las fuerzas políticas en el país. Frente a ello nos congratulamos; nos queda claro que esto se dificulta en los tiempos electorales, pero tenemos todavía más claro que no todos son tiempos electorales. De igual forma, ha sido posible establecer pactos políticos que en principio parecían improbables.
Hoy quiero, respetuosamente, pedir a esta soberanía que las fuerzas políticas representadas en el Congreso establezcan un gran acuerdo en favor del rescate social que México demanda, del que se requiere para pagar la deuda histórica, del que necesitamos para solucionar los problemas que a Morelos, Juárez o Zapata perturbaban; de esos que a muchos hoy nos agobian.
En particular, les invito a que el compromiso se signifique, en un inicio, con el establecimiento de una política de Estado que incluya la duplicación de la cobertura en la educación superior y el cumplimiento de la Ley General de Educación, que desde hace más de cinco años establece el compromiso de asignar el uno por ciento del PIB a la investigación científica y al desarrollo tecnológico. De igual forma, se debe considerar la duplicación de los recursos para las artes y la cultura, así como la aprobación de presupuestos plurianuales en la materia.
Frente al ciclo presupuestal que ya empezó, con igual respeto pido a la honorable Cámara de Diputados que se incrementen los recursos destinados a las universidades públicas federales y estatales, a la ciencia y la cultura, además de que el destinado a la UNAM se mantenga en los términos presentados por el Ejecutivo federal, que mucho reconocemos. Al hacerlo, se fortalecerá a las instituciones y se invertirá en el presente y el futuro del país: en su juventud.
Ni un solo peso de los que requieren la educación superior, la ciencia y la cultura se debe escatimar a las instituciones correspondientes, pero tampoco un solo centavo del presupuesto se debe distraer de su cometido. Por ello, la transparencia en el ejercicio del dinero público y la rendición de cuentas son irremplazables, y cualquier desvío debe ser sancionado con toda energía.
Hoy que el mundo flaquea en su sistema de valores laicos, hoy que el dinero y los bienes materiales se han convertido en el emblema del éxito, debemos regresar a los principios básicos. ¡Que no se nos olvide!: lo que importa no es lo que la gente tiene en las bolsas de valores. Lo trascendente y apreciable son los valores que los ciudadanos portan.
Estoy seguro de que en el horizonte hay un México mejor, más justo, libre y democrático. Un México con mayores oportunidades para la juventud y la niñez, con mejores condiciones de empleo e ingreso para nuestra población productiva, con mayores niveles de dignidad para nuestros adultos mayores, con mejores condiciones de vida para todos. Un México distinto, pero con su Universidad Nacional acompañándole en el trayecto y la misión.
Somos más, muchos más los que creemos en la patria, los que sabemos que se puede, los que sostenemos que es posible un cambio de paradigma, sin sobresaltos, pero con un impulso definido hacia el porvenir. El desafío no es sólo crecer en la economía; también, y en especial, mejorar la dignidad de los que nada tienen, edificar un verdadero desarrollo humano para todos. Para ello debemos actuar con mayor justicia, al igual que pensar en grande y en el largo plazo.
En nombre de la Universidad Nacional Autónoma de México, reitero mi más sincero agradecimiento al Congreso de la Unión por esta sesión solemne. Quienes formamos parte de la comunidad universitaria: académicos, alumnos y trabajadores, los actuales y los que nos antecedieron, estamos muy reconocidos con aquellos que a lo largo del tiempo han creído y apoyado a la universidad de México.
Agradecemos también a todos los poderes públicos: al Legislativo y al Judicial, a los gobiernos municipales, estatales, de la ciudad de México y federal, que han apoyado de muy distintas maneras a nuestra institución. Quiero también expresar nuestro reconocimiento a las personalidades y organizaciones sociales, empresariales, filantrópicas y del más diverso signo, así como a las instituciones académicas afines de nuestro país y de los diversos confines del orbe, por el apoyo y el aliento que han dado a la UNAM.
Por último, no puedo dejar de hacer una mención muy especial a la sociedad mexicana. A esa sociedad nos debemos y por ella nos esforzamos; a toda ella, nuestro agradecimiento.
Ayer señalaba que estos tiempos son oportunos para lanzar vivas a México y a la UNAM. También para reiterar el lema de la universidad: Por mi raza hablará el espíritu.
* Palabras del rector de la UNAM Dr Jose Narro Robles en la sesión solemne del Congreso con motivo de los 100 años de la máxima casa de estudios

sábado, 18 de septiembre de 2010

CIEN AÑOS DE LA UNAM


La Universidad Nacional Autónoma de México es heredera de la Real y Pontificia Universidad de México, fundada en 1551 por Cédula Real, organizada a la manera de la Universidad de Salamanca, formada por cuatro facultades “mayores” -Teología, Cánones, Leyes y Medicina-, una “menor” -Artes- y cátedras varias.

Esta institución fue la primera en ofrecer cátedras en el continente americano. En ella se formaron los propios doctores que conformarían el claustro universitario, así como los profesionales del periodo virreinal -clérigos, abogados, administradores y médicos-.

Durante el primer siglo de vida independiente de México, la Universidad es clausurada y reabierta en diversas ocasiones, y se fundan nuevos colegios o establecimientos de educación en sus diferentes tipos y modalidades.

En septiembre de 1910 la Educación Media Superior y Superior Mexicana se reorganizan y vigorizan con la inauguración de la Universidad Nacional de México, que reúne a escuelas nacionales fundadas a lo largo del siglo XIX -Preparatoria, de Jurisprudencia, de Medicina, de Ingenieros, de Bellas Artes- y a la recién creada Escuela de Altos Estudios (abril 1910).

En julio de 1929 la Universidad obtiene su estatuto de autonomía, y queda establecida como Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

A continuación se presenta una breve cronología, de 1551 a 1975, de los acontecimientos que han ocurrido históricamente para conformar lo que hoy es la UNAM :

En 1551, es fundada la Real y Pontificia Universidad de México, por una cédula de Felipe II expedida cuatro años antes .

De 1578 a 1810 se fundan las cátedras y estudios de medicina, matemáticas y arquitectura, y se crean la Biblioteca de la Real y Pontificia Universidad de México y el Real Seminario de Minería .

En 1833, Valentín Gómez Farías suprime mediante decreto la Pontificia Universidad de México .

En 1834 Santa Anna revoca el decreto y la reabre.

En 1853 se crea la Escuela de Agricultura y Veterinaria.

En 1854 se funda la Escuela Superior de Comercio y Administración.

En 1857, Ignacio Comonfort suprime la Universidad.

En 1858, Félix Zuloaga la reabre.

En 1865, Maximiliano la cierra.

En 1867, se fundan el Observatorio Nacional, la Biblioteca Nacional, la Escuela Nacional de Jurisprudencia y la Escuela Nacional Preparatoria.

En 1868, el Seminario de Minería se transforma en la Escuela Nacional de Ingenieros.

En 1888, se crea el Instituto Geológico Nacional y el Instituto Médico Nacional.

En 1908 se crea la Escuela Nacional de Altos Estudios. Hasta este año, la decisión de Maximiliano de cerrar la Universidad tenía aún vigencia.

En 1910, Porfirio Díaz, con el impulso de Justo Sierra, promulga la ley que reabre a la universidad y la constituye como nacional. Con esa ley, las escuelas de Bellas Artes, Nacional Preparatoria, de Ingenieros, de Medicina y de Jurisprudencia forman parte de la Universidad. También se crea la Facultad de Altos Estudios, con la Sección de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.

En 1911, se incorpora la Escuela de Enfermería con el nombre de Escuela de Enfermería y Obstetricia.

En 1914, se adhiere la Biblioteca Nacional y la Escuela Nacional de Odontología.

En 1917, la Escuela de Química se integra a la Universidad con el nombre de Escuela de Ciencias e Industrias Químicas.

En 1924, la Escuela Nacional de Altos Estudios se divide en Facultad de Filosofía y Letras, Normal Superior y Facultad de Graduados.

En 1929, se incorpora la Escuela Nacional de Medicina Veterinaria, la Dirección de Estudios Biológicos, con el nombre de Biología; el Observatorio Nacional, y el Departamento de Exploraciones y Estudios Geológicos, con el nombre de Instituto de Geología; se crea la Facultad de Comercio y Administración, y la Escuela Nacional de Jurisprudencia, al mismo tiempo que cambia de nombre a Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, funda su Sección de Economía. El 6 de junio de este año se estatuye la autonomía universitaria.

En 1935, se crea la Escuela Nacional de Arquitectura y la Escuela Nacional de Artes Plásticas, la Sección de Economía se convierte en Escuela Nacional de Economía.

En 1936, el Departamento de Ciencias Físicas y Matemáticas se transforma en Escuela Nacional de Ciencias Físicas y Matemáticas.

En 1938, se crea el Instituto de Geografía.

En 1945, la Universidad reorganiza su forma de gobierno con su nueva Ley Orgánica.

En 1950, se crea la Escuela Nacional de Ciencias Políticas y Sociales.

Durante los siguientes años, la gran mayoría de las Escuelas Nacionales alcanzan el estatus de Facultad, al organizar los estudios de posgrado y otorgar el grado de doctor.

El 26 de enero de 1971, se crea el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), con cinco planteles.

El 19 de febrero de 1974, se crea la Escuela Nacional de Estudios Profesionales (ENEP) Cuatitlán.

El 13 de noviembre de 1974, también se funda la ENEP Iztacala y Acatlán.

El 23 de septiembre de 1975, la ENEP Aragón y Zaragoza.

Por otra parte cabe mencionar que la Universidad, durante esta transición histórica ha tenido diversas leyes constitutivas, entre ellas se encuentran la Ley constitutiva de 1910, con cuatro artículos; la Ley de 1914 que consta de 28 artículos; la Ley de de 1929 con 55 artículos; la Ley de 1933 con nueve artículos; y la Ley de 1945 que permanece vigente .



Reflexiones sobre el Bicentenario


Los festejos por el bicentenario de la Independencia nacional pasarán a la historia como una fiesta efímera, de la que nada quedó

En lugar de ese festejo “carísimo” habría sido mejor abrir una nueva universidad pública, recordemos que aun en el régimen dictatorial de Porfirio Díaz se conmemoraron los 100 años de la gesta libertaria nacional con obras importantes, la mayor de ellas la construcción de la Universidad Nacional de México (hoy UNAM).

Ahora se usó la celebración de los 200 años de la Independencia como una “cortina de humo”. Montado un circo y un espectáculo de necrolatría osease sacar los restos de los héroes patrios, entre ellos los de Hidalgo, Morelos y Allende, de la Columna de la Independencia –donde los depositó el entonces presidente Plutarco Elías Calles– para exhibirlos públicamente.

Por principio, las actividades en torno al bicentenario comenzaron tarde, ya que otros países del continente crearon desde el año 2000 sus comisiones para celebrar también sus 200 años de independencia de España, además de que establecieron programas muy específicos:

Venezuela se centró en la unión latinoamericana; Bolivia puso el énfasis en la realización de actividades para las comunidades indígenas; Ecuador en alcanzar las metas del milenio. En Argentina se dieron premios a quienes pudieran presentar propuestas encaminadas a resolver los grandes problemas nacionales.

“Eso hubiera sido muy bueno en nuestro país, pero aquí se ha invertido mucho en una fiesta efímera de la que no va a quedar nada. Hay que recordar que el gobierno totalitario de Porfirio Díaz dejó grandes obras públicas, desde el Palacio de Correos y Comunicaciones, el manicomio general la Castañeda, hasta el símbolo que hoy nos identifica la Columna de la Independencia.

Dejó algo importante y trascendente, la UNAM donde se han formado los cuadros del país en todas las áreas durante esta centuria. Ahora no se está dejando nada y habría sido vital abrir una nueva universidad pública, porque tenemos 7 millones de jóvenes que no tienen acceso ni al trabajo ni al estudio”, pero no se les ocurrió.

Eso habría sido una forma digna de celebrar el bicentenario, en lugar de desaprovechar los recursos en una fiesta que tuvo corta vida.

Por un lado la administración federal eroga más de 3 mil millones de pesos(según la SEP 580) en un espectáculo televisivo, donde a falta de pan, puro circo, y que otro, el Gobierno del Distrito Federal pretenda construir el monumento al elevador.

El gobierno capitalino, a manifestado que va a deshacer el Monumento a la Revolución, que es un edificio funerario, para convertirlo en mirador con cafetería. “¡Si eso es lo que le vamos a dejar a las futuras generaciones es verdaderamente lamentable.Puede ser que por una parte les haya costado trabajo celebrar movimientos revolucionarios e Independentistas porque seguramente no están de acuerdo con todo lo que conllevan, pero también es un reflejo de la situación dramática que está viviendo el país. ‘Se usaron estas festividades como una cortina de humo, como un circo, porque no podemos decir que haya habido pan, sólo circo”.

En contraparte, en el Senado los festejos del bicentenario se han centrado en un proyecto editorial, que incluye hasta el momento la publicación de 20 títulos, uno de ellos la Constitución de 1917 en náhuatl y otras lenguas indígenas, además de la Historia jurídica de las instituciones, una obra en 32 volúmenes, uno por cada estado del país y el Distrito Federal.

Los académicos consideramos que la letra impresa sí perdura. Es una forma de dejar una huella de lo que esta generación pensó e interpretó de su pasado y de los esfuerzos para fortalecer a la ciudadanía, vía el conocimiento del marco jurídico que nos rige y de nuestra historia.

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martes, 14 de septiembre de 2010

SUAVE PATRIA


¡Vaya!, por fin llegaron las fiestas del Bicentenario! Hasta hace unos 30 años la exaltación de la cultura nacional y de las fechas libertarias fue la base popular del nacionalismo, Por ejemplo “La Suave Patria” de Ramón López Velarde (1888-1921), el último poema corregido por el vate jerezano y que vio publicado antes de morir el 19 de junio de 1921, mientras agonizaba de “pulmonía fulminante”, en el departamento clase mediero de la avenida Jalisco, hoy Álvaro Obregón en la deteriorada colonia Roma. Anécdotas y decires sobre este poema se conocen muchas. Como la de que fue escrito por Ramón mientras tomaba unos tragos en la cantina “La Rivera” del cruce de Bucareli y avenida Chapultepec, aunque hay antecedentes del concepto al canto de la provincia mexicana y el reclamo de la defensa de la mexicanidad en los artículos que publicó en el periódico La Nación y en otras publicaciones de la época. Pero en especial en el ensayo “Novedad de la Patria” publicado el 21 de abril de 1921, dos meses antes que “La Suave Patria”, en la misma revista “El Maestro”.

Dos meses antes de su muerte López Velarde concluyó el poema. Ya enfermo y agotado por la fiebre, corrigió las pruebas del poema. Días después, ya en agonía, recibió de manos de su amigo, el periodista Agustín Loera un ejemplar de “El Maestro”, revista oficial fundada por José Vasconcelos desde la secretaría de Educación. Al mismo tiempo le entregó su salario como redactor. Al otro día falleció Ramón López Velarde a los 33 años, edad que él designó como su fin, que antes le reafirmó una gitana al anunciarle una muerte por asfixia, tal y como mata una enfermedad pulmonar.

El poema Suave Patria es más que una exaltación de la provincia nacional. Es el canto sobre el ambiente natural del concepto de nación de los mexicanos. Principio social que en la actualidad es extraño a la mayoría de los que integran las clases dominanantes digo gobernantes Para el grueso de la población no pasa de ser una obra digna de ser recitada en festivales escolares, como una arenga hacia el nacionalismo de estatuas y monumentos…

En el proemio de “La Suave Patria” resaltan versos como “Diré con una épica sordina: / la Patria es impecable y diamantina”, De tan citados y mal aplicados, muchos de los versos decayeron en frases hechas y comunes, pero que en contexto del poema tienen un significado superior al manejo oportunista. El más desgatado es “y los veneros de petróleo el diablo”, pero ni la perfección poética pudo acertar a lo que ahora es para México y en general en la economía mundial, esos fósiles extraídos al subsuelo, demoníaco reino desde “La divina comedia”.

Hay también figuras del nacionalismo puro, no del demagógico, como “Patria: tu mutilado territorio / se viste de percal y de abalorio. // Suave Patria: tu casa todavía / es tan grande, que el tren va por la vía / como aguinaldo de juguetería”. Desde luego se refiere al despojo Norte Americano de territorio Nacional También anuncia el modernismo ante el alejamiento del romanticismo como el largo: “¡Y tu cielo nupcial, que cuando truena / de deleites frenéticos nos llena! / Trueno de nuestras nubes, que nos baña /de locura, enloquece a la montaña, / requiebra a la mujer, sana al lunático, / incorpora a los muertos, pide el Viático, /y al fin derrumba las madererías / de Dios, sobre las tierras labrantías. / Trueno del temporal: oigo en tus quejas / crujir los esqueletos en parejas, / oigo lo que se fue, lo que aún no toco / y la hora actual con tu vientre de coco, / y oigo el brinco de tu ida y venida, / oh trueno, la ruleta de mi vida.”

Recorrer uno a uno los versos es visitar el nacionalismo natural, el más puro concepto de pertenencia de los seres humanos, ese que no comprenden los políticos o los empresarios, junto con los desnacionalizados mexicanos que olvidan o entierran sus orígenes en las modas del extranjerismo, la pésima educación histórica y la más burda de las ignorancias de su pasado. Evitar el saqueo cultural, físico y humano es la forma de celebrar a la Patria, a México como parte de cada uno de sus habitantes y no nada más con gritos, malas canciones y pésimo folclorismo artificioso y extranjerizado. Además de pasear osamentas insurgentes o alterar la figura física e histórica de los héroes. Además decir discursos oficiales vacuos.

Ramón López Velarde, aconseja: “Patria, te doy de tu vida la clave: / sé siempre igual, fiel a tu espejo diario; / cincuenta veces es igual el Ave / taladrada en el hilo del rosario, / y es más feliz que tú, Patria suave.”

Eso se puede pedir mientras que los mexicanos no tengan otro “…héroe a la altura del arte”. Entre tanto vale la pena visitar a “La Suave Patria”, de la cual hay varias ediciones, pero resaltan en especial la de Porrúa y la del Fondo de Cultura Económica. Por desgracia tiene décadas que desapareció de los libros de texto de educación Basica.

Pocos poetas como Ramón López Velarde han tenido el privilegio de la ingenuidad vital, que va de la mano de la precocidad de su obra

En 1921 fue un año fundamental en la obra de Velarde y un grupo de jóvenes intelectuales, como Gilberto Owen, quienes más adelante formarían "Los Contemporáneos". Con Alvaro Obregón en el gobierno y Vasconcelos al frente de la cultura nacional, López Velarde se erigió como un poeta mayúsculo.
sentó las bases para la poesía mexicana contemporánea y su obra destaca por su estructura y ritmo, que acumula grandiosas imágenes a partir de su percepción por México.

Se trata de un autor imprescindible en la poesía mexicana, , cuyo poema "Suave patria" es reconocido como la nueva expresión de mexicanidad nacida durante la época de la Revolución. Es el poema más difundido de este autor, escrito con motivo del primer centenario de la consumación de la Independencia se publicó en 1921, mismo año en que murió el poeta, "casi nueve décadas después, sus estrofas sobreviven", pues "Suave patria" ha trascendido el tiempo y se recuerda en los aniversarios de la Independencia.
El poema se compone de un proemio, un intermedio ("Cuauhtémoc") y segundo acto, en los cuales el escritor expresa su pasión por el país que lo vio nacer.
Octavio Paz, Premio Nobel de Literatura mexicano prologuista del libro "La Suave patria y otros poetas", editado por el Fondo de Cultura Económica (FCE), subrayó que el poema no es un objeto recién manufacturado sino un talismán recién desenterrado.
El poema describe al país como una estampa del paisaje y la vida de la época. El poeta amplió su contenido con imágenes realizadas a partir de construcciones de sentido, que crean en el lector la capacidad de imaginarse un mundo de cosas; en la poesía se halla un mundo enigmático y simbólico, uno natural y otro cultural.
Ramón López Velarde ( Jerez Zacatecas, 1888) marcó la literatura con la intensidad de su palabra, que cristalizó una nueva sensibilidad imaginativa, cuya fuerza y valor han trascendido. Su obra aportó un nuevo sentido de lo patrio basado en el carácter íntimo y personal, con el que expresó sus sentimientos y pasiones.
Velarde ocupó puestos gubernamentales. Su espíritu rebelde floreció cuando comenzaron a difundirse las ideas políticas revolucionarias de la época y simpatizó con las ideas antirreeleccionistas de FranciscoI.Madero así, optó por escribir prosa política, que dejó para especializarse en la escritura romántica.


LA PATRIA



Fue en 1959 por decreto del presidente Adolfo López Mateos, cuando se creó la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg), cuyo objetivo fue editar y distribuir los libros escolares para todos los niños que cursaban la primaria.

En esa época la educación no tenía los mejores resultados: de cada mil niños que ingresaban a la primaria, 866 desertaban antes de terminarla. De los 58 que cursaban la secundaria, sólo la concluían 12. A la educación superior se registraban seis y no terminaban cinco. En ese contexto fue hacia 1960 cuando se entregaron las primeras ediciones de LTG.

Con la celebración del 150 aniversario de la Independencia de México y el 65 de la Revolución Mexicana, surge la idea de retomar estos acontecimientos y plasmarlos en las primeras portadas de los libros.

Esta propuesta fue entregada al escritor Martín Luis Guzmán, empresario del ramo editorial y nombrado director de la Conaliteg, quien convocó en 1960 a grandes muralistas como: David Alfaro Siqueiros, Roberto Montenegro, Raúl Anguiano, Alfredo Zalce, Fernando Leal, José Chávez Morado, entre otros, a quienes les propuso pintar cuadros con características específicas referente a los símbolos patrios o pasajes de la historia.

La primera obra que llegó a manos de los niños mexicanos fue la de Alfredo Zalce, la cual retrata al pueblo armado dispuesto a la lucha por un cambio, nos muestra también un campo productivo y una industria floreciente.

Dos años después se decide modificar estas portadas con una obra de Jorge González Camarena: “La Patria”, una alegoría que muestra una figura materna, una mujer protectora, fuerte que tiene los brazos abiertos y al mismo tiempo es cobijada por las alas del águila mexicana, la bandera tricolor de nuestro país y en una mano sostiene un libro en donde se desprende la sabiduría para el pueblo.

El cuadro de “La Patria” deja ver el mestizaje puro de la mujer indígena en donde González Camarena tuvo de modelo a una tlaxcalteca de nombre Victoria Dorantes.

Esta imagen se mantuvo vigente durante diez años y se editaron 400 millones de ejemplares..

Imágenes como las de González Camarena, “son queridas más allá de nuestras fronteras, pues en los núcleos de población migrante de Estados Unidos también se emocionan mucho cuando la ven”.

A decir de la SEP, los libros de texto gratuitos con sus portadas de grandes pintores y muralistas, se distribuyen con el fin de provocar un impacto artístico, es decir, es una invitación para que los niños quieran después conocer la obra completa del autor.

Con este proyecto —que permanece vigente hasta nuestros días— la Conaliteg busca difundir las obras más significativas de artistas mexicanos y extranjeros a través de convocatorias que hace la Secretaría de Educación Pública.

Los mejores del mundo

Además de la difusión a través de los libros de texto gratuitos, la Comisión elabora otros volúmenes donde recopila obras artísticas de los muralistas más famosos o vitrales de México, música, poesía, dramaturgia. Estos libros se encuentran en las bibliotecas de las escuelas primarias y secundarias para consulta general.

Por lo que respecta a los derechos de autor hay un catálogo con las obras publicadas en los libros de texto y que pertenecen a la Conaliteg; a los autores se les pagó por estas creaciones. Aunque hay otras que se publicaron, pero no entran en el catálogo y cuyos derechos patrimoniales pertenecen a los artistas o su familia.

También hay pinturas que se exhiben en los libros de texto pero que no están en exhibición pública, pues debido a su antigüedad se cuida la integridad de la obra, y sobre todo, porque están en acervos como de la UNAM.

“La Conaliteg trabaja para que las publicaciones se elaboren con la mejor calidad, que sean atractivas; incluso la UNESCO ha afirmado que los libros de texto gratuitos mexicanos son los mejores de todos los países de habla hispana, tanto por el material que utiliza como por el contenido”

México y los libros de texto con sus artísticas portadas, son únicos en el mundo; en países como China y Estados Unidos por ejemplo, los tomos son propiedad del Estado. Además también se entregan obras para aquellos niños con necesidades educativas especiales como ciegos y débiles visuales.

Para este sector de la población infantil se producen libros en sistema Braille y en macrotipos. Asimismo, la Conaliteg informó que una vez aprobada la Reforma Integral de la Educación Secundaria (RIES), se producirán ediciones para educación secundaria en el sistema mencionado, “pues para esta propuesta se cuenta con la maquinaria, el equipo, los técnicos y el personal especializado”.

domingo, 12 de septiembre de 2010

ALTAR A LA PATRIA


El primer monumento dedicado a la memoria de los Niños Héroes fue construido a las faldas del Castillo de Chapultepec de 1880 a 1881, bajo el gobierno de los generales Porfirio Díaz y Manuel González y con el apoyo de la Asociación del Colegio Militar.

una altura de seis metros y medio; lo forma un zócalo de basalto, de doce metros cuadrados, rodeándolo una barandilla de fierro artísticamente trabajada con adornos de metal dorado y en los cuatro ángulos hay otras tantas columnas de chiluca con signos funerarios labrados en la misma piedra. Terminadas con la figura cónica se encuentra una imagen de la eterna llama que resplandece sobre las tumbas de los combatientes. En la parte anterior del monumento hay una inscripción que dice:

Teniente Juan de la Barrera. Alumnos. Francisco Márquez, Fernando Montes de Oca, Agustín Melgar, Vicente Suárez, Juan Escutia. Chapultepec, 13 de Setiembre (sic) de 1847. A la memoria de los alumnos del colegio militar que murieron como héroes en la invasión americana.

Las partes laterales del monolito llevan también inscripciones con los nombres de todos los alumnos que cayeron prisioneros, entre ellos, destaca el nombre de Miguel Miramón, que luego sería acérrimo enemigo de Benito Juárez, por lo cual no se le reconoce su heroísmo en la defensa del Castillo.

Uno de los monumentos más visibles e importantes de la primera sección del bosque de Chapultepec, es el erigido en honor a los Niños Héroes formado por seis enormes y robustas columnas blancas dispuestas en semicírculo que resguardan la figura de una mujer, que con el brazo derecho abraza orgullosamente a un joven; en la mano libre, una bandera. En medio de las columnas, ondea la bandera de México, uno de los símbolos patrios que nos dan identidad como mexicanos.

Este monumento se inauguró en 1952 y desde entonces, en ese lugar, los días 13 de septiembre se rinden honores a los “Niños héroes”, aquellos jóvenes cadetes que combatieron heroicamente en la defensa del Castillo de Chapultepec frente al ejército norteamericano. En este sitio, conocido como el “altar de la patria”, se supone que están enterrados los niños héroes, sin embargo. Después de la batalla fue imposible recuperar sus cuerpos, pues eran muchos los muertos y cada uno de los cadetes murió en un lugar distinto en medio del caos y la confusión. Por lo tanto el monumento es tan sólo un lugar para recordar sus hazañas.

El espacio diseñado por el escultor Ernesto Tamariz y el arquitecto Enrique Aragón es sobrio y frío, por el blanco del mármol de Carrara, que predomina en toda la obra. Las proporciones son a la usanza clásica: medidas para los dioses, en donde el ser humano se siente pequeño, insignificante. No podía ser de otra manera, ya que se trata de homenajear a nuestros héroes, personas que al morir por la patria toman su lugar en el panteón nacional. Visto de este modo no sorprende que hayan elegido como escultor a Ernesto Tamariz, quien sobresalió por sus obras funerarias y religiosas, ya que se requería de un monumento que reflejara la grandeza de los héroes a manera de dioses protectores de la nación.

Mucho se ha discutido acerca de la grandeza de estos seis jóvenes cadetes que defendieron su Colegio, y sobre todo, a su patria de la invasión estadounidense, lo que no se puede negar es que combatieron en una batalla que sabían pérdida, junto con muchos otros hombre que murieron en el anonimato.

Quizá fueron estas mismas interrogantes las que llevaron a estos dos artistas a desarrollar dicho monumento sin rostros, pero representativo del momento heroico. Heroico no sólo por la participación de Juan de la Barrera, Agustín Melgar, Fernando Montes de Oca, Vicente Suárez, Juan Escutia y Francisco Márquez, sino también por el medio centenar de cadetes que lucharon ahí y del batallón de San Blas dirigido por el coronel Felipe Santiago Xicoténcatl, que se sumó a la defensa del Castillo cuando estaba por caer en manos del enemigo, así como los más de 600 miembros del ejército mexicano que perdieron la vida aquel 13 de septiembre de 1847.

Los mexicanos se enfrentaron durante casi dos años y medio a los norteamericanos, más allá de su capacidad militar, y a pesar de las fracturas entre los diversos sectores sociales y los intereses políticos de los distintos grupos que no dejaron de pelear entre sí aún frente a la guerra.

Visto de esta forma, se puede hablar de que los “seis niños héroes” representan a los hombres que defendieron a la patria de la invasión norteamericana y de su insaciable sed de expansión. Un deseo que respondía a la doctrina Monroe, resumida en la frase: “América para los americanos”. Esto significaba que Estados Unidos tenía derecho sobre las otras naciones americanas, antes que cualquier nación europea.

Pero México resistió los ataques por más tiempo del que tenían planeado los estadounidenses, pues ellos esperaban una guerra corta y con resultados aún más favorables. Querían dominar todas las tierras algodoneras para tener el dominio de esa industria. De igual forma obtener toda California para tener una puerta al océano Pacífico, y -el todavía utópico- mercado con Asia. Aún así México conservó Baja California y logró mantener unida a Sonora por tierra. Salvaguardando así a la Patria.

La Patria se encuentra plasmada en la figura femenina del centro del monumento, custodiada por las seis columnas que representan a los niños héroes. La mujer fuerte, desafiante, que mira de frente y sin temor a su enemigo. Toda esa fortaleza protege al joven como cualquier madre lo haría con su hijo, pues se trata de la Madre Patria a la que abrazan los héroes, y a su vez ésta resguarda al joven o niño héroe, unidos los dos por la bandera nacional, emblema que defendieron para que no fuera profanado por sus enemigos.

El nombre del monumento es A la Patria, pues representa su defensa a cargo de los cadetes del Colegio Militar, el batallón de San Blas y el ejército mexicano, simbolizados en la figura de estos “seis niños héroes”, que combatieron hasta la muerte por su Nación. Este acto ha pasado a la historia nacional, resaltando la valentía de los jóvenes, que en el siglo XIX se les denominó como niños, aún a pesar de tener más de dieciséis años. Dicho acontecimiento glorificó el período histórico, siendo que la guerra contra Estados Unidos, estuvo llena de fracasos y pérdidas militares, pero la historia oficial decidió resaltar el amor a la Patria de los mexicanos, siendo este sentimiento el que perdura hasta hoy en día.

sábado, 11 de septiembre de 2010

13 DE SEPTIEMBRE DE 1847


LOS NIÑOS HÉROES DE CHAPULTEPEC

En nuestros tiempos, y nuestra historia, llamamos héroes a quienes se han distinguido por sus hechos extraordinarios más allá del cumplimiento de su deber; a quienes sacrifican todo cuanto tienen y cuanto valen, al servicio de la Patria.

Para comprender lo que es verdadero heroísmo, es caso admirar en toda su realidad la gesta gloriosa realizada por los "Niños Héroes de Chapultepec".
Los Cadetes del Colegio Militar de México, hoy Heroico que defendieron el Castillo de Chapultepec en 1847, fueron más allá del cumplimiento de su deber. Su Escuela su Patria

De acuerdo con el Derecho Internacional, las escuelas militares son consideradas como NO COMBATIENTES. Más aún, algunos de los Cadetes eran apenas unos niños.
Cuando el Ejército Norteamericano comandado por el general Winfield Scott iniciaba el ataque al Castillo de Chapultepec el 13 de Septiembre de l847 el general Monterde, Director del Colegio Militar ordenó a los Cadetes que abandonaran el Castillo, sede del Colegio, y que se reintegraran al seno de sus familias. Los Cadetes rehusaron abandonar su escuela, totalmente conscientes de que su determinación implicaba quizás el sacrificar sus vidas, se unieron junto con la “muerte” que avanzaba, para escribir una de las páginas más gloriosas de nuestra historia, tan rica en actos heroicos. Enfatizar un hecho importante: Aunque solamente mencionemos entre los héroes a los Cadetes que hicieron con el sacrificio de sus vidas esa gesta la verdad es que merecen cabalmente el calificativo de héroes a cuantos estuvieron allí presentes, hayan resultado muertos, heridos o ilesos. Aunque es esta ocasión mencionemos a los más significativos nombres de aquella batalla en contra del Ejército Norteamericano
mencionaremos con el mismo honor a los héroes vivos, quienes juntos con el Director de la Escuela, general Monterde, cayeron prisioneros: Francisco Molina, Mariano Covarrubias, Bartolomé Diaz, Ignacio Molina, Laurent, Antonio Sierra, Justina Garza, Lorenzo Pérez Castro, Agustin Camarena, Ignacio Ortiz, Estéban Zamora. Manuel Rosas, Ramón Rodriguez Arrangoitia, Carlos Bejarano, Isidro Hernández, Santiago Hernandez, Ignacio Burgos, Joaquin Moreno, Ignacio Valle, Francisco Lazo, Sebastián Trejo, Luis Delgado, Ruperto Pérez de León, Castulo Carcia, Feliciano Contreras, Francisco Morelos, Gabino Montes, Miguel Miramón. Luciano Becerra, Adolfo Unda, Manuel Diaz, Francisco Morel, Vicente Herrera, entre otros, a los cuales recordamos su valor y coraje, que los llevo a escribir con letras de oro sus nombres en las páginas de la historia de la Nación Mexicana, que agradecida, los recuerda. En las estrofas del Himno Nacional:

"Para ti. Las guirnaldas de oliva, un recuerdo para ellos de gloria; un laurel para ti de victoria, un sepulcro para ellos de honor"

Antecedentes
Desde 1821, poco antes de que México ratificara su independencia, el gobierno Español de la colonia había autorizado al norteamericano Momés Austin a colonizar el territorio mexicano de Texas, con familias católicas, de buenas costumbres, que acataran y defendieran al Rey de España y que observaran la Constitución Liberal Mexicana de 1812. Al independizarse México. esas obligaciones de los colonos de Texas subsistieron con respecto a las autoridades y leyes mexicanas, lo cual se le ratificó al hijo del señor Austin, ya que este había fallecido en 1824. Un intento realizado por un aventurero llamado Hayden Edwards para declarar en Texas la República Libre de Fredonia, fracasó. Pero la población asentada en este territorio era casi toda de procedencia anglosajona y con más vínculos culturales con Estados Unidos que con México. Cuando el presidente Bustamante publicó un decreto que prohibía el asentamiento de más familias extranjeras en Texas, hubo malestar entre los colonos texanos que se sintieron lesionados en sus intereses En 1835, los texanos, pretextando que México, al adoptar el sistema centralista, había vulnerado los principios federativos se declararon independientes Los sublevados hicieron frente ventajosamente a las fuerzas enviadas por México para someterlos:

BATALLA DE LA ANGOSTURA

Un piquete de soldados mexicanos, dirigidos desde Matamoros Tamaulipas por el General Pedro Ampudia, tuvo un choque contra una fuerza norteamericana entre los ríos Nueces y Bravo, un territorio que tradicionalmente no se consideraba de Texas, sino de Tamaulipas México.... ¿Quién podía decir quién invadía a quien? La respuesta dependía del punto de vista. Los norteamericanos consideraban que los soldados de México hablan violado lo que estimaban como suelo propio, debido a que el congreso de su país habla decretado por si mismo que Texas llegaba hasta el Rio Bravo, como pudo haber dicho que llegaba hasta Panamá o hasta donde ellos hubieran querido. Este incidente, reparable por la vía diplomática, se convirtió en una acusación ante el mundo entero que decía: "México ha cruzado la frontera de Estados Unidos Invadiendo nuestro territorio, por lo que con esta fecha 13 de Mayo de 1846 se declara la guerra a este país. "

DEFENSA DE VERACRUZ

Veracruz. uno de los más importantes puertos del país y que tiene ganada la fama de la tres veces heroica; ya que primero recibió el ataque de Juan de Grijalva (conquistador español) que desembarco en el año de 1518 en San Juan de Ulúa, y al año siguiente Hernán Cortez (conquistador español que sometió al imperio azteca) fundó en tierra firme la Villa Rica de la Vera Cruz, que en la época colonial se convirtió en el principal puerto de salida de oro y plata mexicana. En 1776 llego a ser más prospera que la propia Ciudad de México. Fue bombardeada por los franceses en 1838. Mientras el vecino del norte, en plena expansión y después de la Batalla de la Angostura, tomada como pretexto para el ataque, exigió al gobierno mexicano además del territorio texano, los estados colindantes con el mar, lo que originó el ataque al Puerto. México debilitado por sus luchas internas de política, tuvo que soportar el desembarco de las tropas invasoras el 9 de marzo de 1847.

El ASALTO AL CASTILLO

El día 13 de Septiembre de 1847 tuvo lugar el asalto al Castillo de Chapultepec por varias divisiones norteamericanas comandadas por los generales Pillow, Worth, Quitman Smith y Clarke. El Castillo estaba defendido por 832 soldados y un pequeño grupo de Cadetes del Colegio Militar. El general en jefe del puesto fué el general Nicolás Bravo secundado por el general José Mariano Monterde, Director del Colegio Militar. Los lamentables resultados son de sobra conocidos: la muerte de seis jovenes cadetes, del coronel Xicoténcatl y de numerosos jefes, oficiales, soldados que ofrecieron sus vidas en defensa de la Patria Mexicana.

HEROICA DEFENSA DEL CASTILLO

Al amanecer del día 12 de Septiembre comenzó el cañoneo norteamericano. Era el principio del fin. Desgraciadamente, la concentración de soldados en la parte superior del cerro de Chapultepec, dio por resultado que muchos perecieran sin haber tenido siquiera la oportunidad de combatir. Un cañón yanqui, colocado en Tacubaya se dedicó a ocasionar daños considerables. Al mediodía el entonces presidente Adolfo López de Santa Ana (en la época actual considerado como traidor a la Patria, debido a que por su ineficaz capacidad de gobernar, México tuvo que ceder y perdió mucho territorio que mayoritariamente le fue robado, perdió México lo que actualmente son estados de la unión americana como: California, Arizona, Nuevo México y Texas, y todo debido a las guerras provocadas por la ambición norte americana) fue personalmente a Chapultepec.
Santa Ana se retiró y siguió el acoso de la artillería cuyo fuego no se detuvo sino hasta bien entrada la noche, los daños eran incalculables, en todos sentidos, las habitaciones del castillo estaban convertidas en hospital. Cayó la noche y la mente permaneció alerta, los norteamencanos atacarían nuevamente al día siguiente.

TOMA DEL CASTILLO

Al amanecer del día 13 de septiembre, la artillería volvió a atacar, la infantería norteamericana avanzaba en contra de Chapultepec, que quedó atenido a sus propias fuerzas, ya que Santa Ana ordenó que solo se cuidara la calzada de Anzures y de la Condesa. Los generales Pillow, Quitman y Worth avanzaron desde el Molino del Rey, desencadenando la estrategia defensiva; arrollando a los tiradores mexicanos que estaban tendidos en las cercanías, obligándolos a replegarse hasta el cerro. El batallón de San Blas, dirigido por el Coronel Xicoténcatl fue aniquilado por ejercito enemigo al pié de Chapultepec. Los norteamericanos tuvieron algunas pérdidas en la Tíaxpana; pero ante la fuerza norteamericana formada por el regimiento de Nueva York, el resto de la tropa y los alumnos del Colegio Militar lucharon valientemente en defensa del pabellón mexicano. Algunos cadetes murieron, otros resultaron heridos y otros fueron hechos prisioneros.

EL CADETE JUAN ESCUTIA

Nació en Tepic, Nayarit, el único que aún no era alumno del Colegio Militar, ya que por su edad y por la situación que prevalecía no se le habia aceptado formalmente Esperando que pasara la rebelión, con una ocupación asignada por el General Monterde, Director del Colegio. Estando de guardia, fue sorprendido por un rápido ataque de las tropas invasoras norteamericanas que iban avanzando por las rampas de acceso al Castillo de Chapultepec. Hizo fuego con sus armas, pero ante la desigualdad numérica tuvo que retirarse, pero antes recogió una bandera mexicana y cuando se dio cuenta que su resistencia era inútil, saltó al vacío envuelto en la bandera, encontrando la muerte. Para así evitar que el ejercito invasor tomara la bandera de su Patria. En 1952 se le rindió un homenaje nacional junto con los demás Niños Héroes en Palacio Nacional. Sus restos reposan dentro de una cama de plata y cristal.

Sin duda, la batalla librada con el ejército norteamericano tuvo que haber sido muy desigual, tanto por la preparación técnica como la falta de efectivo económico que padecía el Gobierno Mexicano. Fue el clero quien hizo diversos préstamos en efectivo para poder sostener parte de esta guerra, donde no debemos de olvidar se perdió la mitad del territorio nacional. No se resta valor a las estrategias de los militares mexicanos; la toma de Chapultepec debió haber sido triste al honor militar, pero por otra parte fácil para el ejército norteamericano, ya que había muy poco material bélico para poder defender la plaza.