miércoles, 23 de enero de 2013

Metáforas?


Agudo, claro, chico, pincho, arriba

¿De dónde vienen las metáforas? A veces del talento poético, a veces del tejido nervioso. Una de sus fuentes más enigmáticas es la sinestesia, o situación en que la estimulación de un sentido crea una percepción automática en otro. La más común asocia colores a signos escritos, como en esta estrofa de Rimbaud:
"A negro, E blanco, I rojo, U verde, O azul
Algún día descifraré vuestros nacientes orígenes".
La segunda forma más común de sinestesia asocia colores con días de la semana, como domingo verde. Otras afectan en distintas combinaciones a las notas musicales, los olores y los dolores, a las formas o a las texturas, a la posición en el espacio, al tamaño de las cosas y qué sé yo qué más: por ahora se han clasificado unos 60 tipos de esta condición.
Rimbaud y Baudelaire eran sinestetas, como Wagner y Liszt, Scriabin y Messaien, Kandinsky y Hockney, Poe y Nabokov, y al menos dos científicos: Nikola Tesla y Richard Feynman (a quienes algún día podremos citar sin el nombre de pila, como al resto). Esta lista no llega a demostrar que la sinestesia sea la madre de todas las metáforas, pero sí que lo deja a uno medio mosca y como hurgando en su cabeza en busca de los nexos ocultos que se le habían escapado hasta ahora.
Y tal vez la búsqueda no sea en vano, después de todo. Según las investigaciones neurológicas recién publicadas por científicos de las universidades de Oxford y Berlín, los sinestetas son solo casos extremos de un fenómeno que compartimos la generalidad de las personas. Pese a todas las diferencias de detalle que uno quiera catalogar, todos los humanos compartimos la tendencia a asociar las notas agudas con los colores claros, los tamaños pequeños, las formas más picudas y las posiciones más altas en el espacio (lo que justifica el título de esta entrada). No son asociaciones aprendidas, ni condicionadas por la cultura, sino inconscientes y automáticas. Y ni siquiera parecen peculiaridades humanas, puesto que las compartimos con los chimpancés.
¿De dónde vienen las metáforas? A veces del talento poético, a veces del tejido nervioso, y a veces de la noche evolutiva de los tiempos.Osease así o mas poeta Bonilla

Osease Yo? para nada


Los 10 tipos de adictos a redes sociales

Algunos no pueden vivir sin tuitear, otros sin revisar si tienen nuevos seguidores y hay quienes matan porque sus posteos reciban un “Me gusta”. ¿Qué tipo de adicto eres?

1. El que le gusta todo
Para ahorrar tiempo, en vez de escribir algo en los posteos que le interesan, se limita a hacer click en “Me gusta”. Como consecuencia, sus amigos se ofenden porque cuando cuentan alguna noticia triste a través de Facebook reciben un “Me gusta” en lugar de un consuelo.

2. El chequeador compulsivo
Revisa su teléfono cada dos minutos en busca de nuevos tweets o fotos en Instagram, sin que le importe qué está haciendo o con quién se encuentra. Ya nadie soporta cenar con él porque no presta atención y es habitualmente multado por chequear el teléfono mientras conduce.

3. El que odia las vocales
Se deshace de todas las vocales que puede en sus tweets con el afán de aprovechar al máximo sus 140 caracteres. No sólo tira por la borda la gramática, sino que contagia toda su escritura con ese mal y termina escribiendo de la misma forma en sus correos, blogs y hasta en el trabajo.

4. El autorreferencial
Contesta la mayor parte de las preguntas que le hacen de la siguiente manera: “Deberías leer lo que escribí en mi blog acerca de eso”. Usualmente termina generando rechazo en sus círculos sociales, porque, a fin de cuentas, no contesta sus preguntas.

5. El amante de los alertas
Dispone su teléfono para que alertas sonoras le avisen ante cualquier cosa que pueda ocurrir: tweets, retweets, comentarios o fotos compartidas. Entonces, ante cada zumbido del celular, deja de preocuparse por lo que está haciendo y no puede tranquilizarse hasta averiguar qué pasó en el universo de las redes sociales.

6. El iracundo
Se enoja violentamente cada vez que una red social falla o se cae su sistema. A pesar de las nulas consecuencias que puede tener para su bienestar la imposibilidad de tweetear algo durante algunos minutos, la ira lo afecta durante horas.

7. El gurú social
En su tarjeta de presentación se autodefine como “Social Media Guru”. El problema es que en la actualidad, casi todo el mundo es un experto en redes sociales, así que no es muy distinto a presentarse como “Ser humano”.

8. El creador de verbos
Convierte en verbos a las redes sociales. No puede evitar utilizar frases como “necesito Instagram esto”, o “voy a Reddit lo otro”. Así pierde todo el poco crédito social que tanto se había esforzado en conseguir.

9. El socialmente influyente
Permanentemente revisa su nivel de influencia en todos los sitios que dan un puntaje. El problema es que al estar más preocupado por ver la incidencia que tiene que en escribir y subir cosas influyentes, termina dejando de influir.

10. El que se anota en todo
Se asocia a los sitios de todos los lugares que le interesan: clubes, bares, restaurantes. De tanto tiempo que dedica a asociarse, no le queda tiempo para ir a esos lugares.



Martin Luther King y su lucha por los derechos humanos

 “Yo tengo un sueño, que un día en las coloradas colinas de Georgia los hijos de los ex esclavos y los hijos de los ex propietarios de esclavos serán capaces de sentarse juntos en la mesa de la hermandad”

Conócete a ti Mismo


APRENDE A DECIR QUE NO

¿Qué ocurre cuando todas tus respuestas son un sí? ¿Realmente te da todo lo mismo? El riesgo de la polaridad extrema en las conductas. Busca el camino más asertivo y disfruta de la vida.
En las personas demasiado tolerantes influye el aprendizaje temprano (de los primeros años de vida) donde muchas veces se enseña a los niños a ser "buenos", prestar sus juguetes siempre a los demás aunque sea aquel que recién le regalaron, o que sus emociones no son tan importantes como las emociones de su mamá, su papá, la abuelita o los amigos, y así podría seguir la lista.
Aprenden que, para conseguir reconocimiento en sus familias, deben ser “buenos”, entendiendo esto con el significado de anteponer a sus deseos y necesidades, los deseos y necesidades de los demás. Cuando llegan a adultas reconocen su existencia solamente a través de la aprobación de los demás, este reconocimiento se vuelve tan importante para sus vidas que permanentemente tienden a “complacer” a otros (jefes, pareja, amigos, familia), y les permiten a estos “casi todo”, olvidándose de sí mismos con tal de ser aceptados.

La polaridad de las conductas
En la filosofía oriental, la dualidad del universo se expresa a través de un modelo gráfico que se conoce en Occidente como el Yin y el Yang, aquel círculo con la división en forma de S, negro en un lado y blanco en el otro, que representa los dos polos de todo lo existente.
En todas nuestras conductas podemos observar la presencia de las polaridades que, como en los colores, podríamos imaginarlas como un camino donde en un extremo se muestran como muy tenues y casi imperceptibles, en el medio se pasa por diferentes niveles de intensidad hasta llegar al otro extremo del mismo camino en el cual estas mismas conductas se pueden observar en su grado máximo de intensidad.
La intensificación de una polaridad provoca a la opuesta y, por ello, es importante transitar los puntos intermedios de cada polaridad. En este sentido, las personas descriptas actúan generalmente desde una polaridad, la sumisa, al desarrollar una conducta sometida en la cual aceptan incondicionalmente las opiniones, deseos y necesidades de los otros antes que las propias.
En el otro extremo, la otra polaridad está representada por las personas que tienen una conducta agresiva. Son aquellas que no toleran ni la más mínima frustración: frente a un "no", se enojan, gritan e inmediatamente reclaman por el respeto de sus derechos. Son aquellas que para lograr sus objetivos no les importa atropellar los derechos de los otros, generalmente no se cuestionan los medios, sino que se proponen lograr sus fines. En medio de estos dos polos aparece lo que se puede denominar el camino por el centro: la “conducta asertiva”.

¿Qué es tener una conducta asertiva?

Es aquella conducta que, alejada de los dos polos anteriores, se caracteriza por apoyarse en sus puntos de vista o exponer sus emociones en forma madura, defender lo que piensa y siente, sin someter sus expresiones a los deseos u opiniones de otros y, para defenderlos, tampoco se vale de una conducta agresiva y violenta para con los demás.

Tips para complacerte a ti mismo

* Priorizar los objetivos propios viviendo el presente sin preocupaciones por el pasado ni por el futuro.

* Decidir sin culpas inadecuadas y miedos innecesarios.

* Respetar lo que pensamos y sentimos.

* Defender nuestras opiniones frente a las opiniones de los demás.

* Colocar nuestra valoración en nosotros mismos, y no en el reconocimiento de los demás.

* Tener en cuenta lo que pensamos, sentimos y queremos priorizándolo éticamente.

* Aprender a amarnos y valorarnos en nuestras virtudes y defectos para así poder amar y valorar a los otros de la misma manera.

Planeacion de Vida y Carrera 3a y ultima parte



3.- Criterios y metas de aprendizaje vital

a) Aprender a aprender

En nuestra sociedad moderna. El hombre culto es aquel que ha aprendido a aprender. Dijimos además que la capacidad y apertura para aprender es una condición de vitalidad. Esta actitud ante la vida, ante la ciencia y la experiencia cotidiana es en último término el tener el talento de reflexionar y valorar los eventos personales y sociales y la relación que la persona guarda en su contacto con el mundo. La información que manejamos actualmente nos hace incapaces de asimilarla y desmenuzarla. La única posibilidad de manejar todos los estímulos exteriores guardando el equilibrio y la sabiduría es ejercitando nuestra capacidad de valorar y jerarquizar prioritariamente aquellos temas que tocan el centro valoral de las personas tanto en su dimensión individual como en la relación con el trabajo. El ideal de la Universidad Medieval, de poseer todos los conocimientos; de Universitas, nunca fue alcanzado y ha dejado de ser un sueño ahora. El verdadero aprendizaje según la pedagogía moderna no está fundado en un conocimiento acumulativo enciclopedista, que se refiere sólo a la dimensión conceptual en donde se presupone que la posesión e incorporación de conocimientos conceptuales produce de suyo los cambios conductuales y enriquece las habilidades y modifica los hábitos. De aquí que por mucho tiempo se confundiera el pensamiento y la filosofía racionalista de las personas con su comportamiento. Lo importante entonces era tener conceptos “rectos”, pertenecer a la escuela correcta “recta razón” y fruto de esa escuela fueron los dogmas, el magíster dixit, la recta razón, la inquisición, y la sacralización de la razón. En donde lo importante para el ser humano era tener los conceptos adecuados, las definiciones claras en detrimento y menosprecio de la experiencia emocional, afectiva, física y espiritual. Tuvo que aparecer la corriente existencialista en la historia del pensamiento filosófico para unificar y armonizar de nuevo la esencia con la existencia, el espíritu y la materia, la razón con la emoción y la voluntad y la teoría con la práctica; para ofrecer una síntesis superior con el encuentro del ser humano en su experiencia vital integral. Este encuentro parte del diálogo interior con el “sí mismo” como única posibilidad de congruencia y aprendizaje significativo. Un segundo paso de trascendencia es el diálogo con el “tú” el encuentro con el “otro”, con las experiencias vitales que me confrontan y de las cuales aprendo; es más, sólo me puedo entender a partir de la experiencia con el otro, que me auto define y limita encontrando mi verdadera identidad y trascendencia. Este es el proceso más profundo del aprendizaje humano, de aquí que sólo podamos aprender significativamente a partir de la relación interpersonal o grupal. Sólo para esta relación cobran sentido los conocimientos filosóficos, científicos y técnicos, con cuyas aportaciones se sella la naturaleza social del hombre. Esta es la actitud vital que debe caracterizar todo esfuerzo de planeación de vida y carrera, que contiene básicamente un conocimiento y aprendizaje sobre mí mismo, un conocimiento y aprendizaje de mi contexto vital que me presenta alternativas de acción y la capacidad consciente de conjugar y optar por aquellas alternativas que enriquecen mi carrera hacia la autorrealización.

b) Aprender a ser

Este enfoque existencial promueve principalmente el desarrollo del ser humano hacia el logro y plenitud de sus capacidades en donde el ideal ha sido claramente expresado por algunos de los exponentes más prestigiados de la psicología humanista, así como de la filosofía existencial. C. Rogers habla de la teoría del funcionamiento óptimo, A. Maslow con su definición del hombre autor realizado, Víctor Frankl y Erich Fromm con su énfasis en la trascendencia del hombre, más en el “ser” que en el “tener” y la búsqueda del sentido de la vida. Las principales características de este aprendizaje o vocación a. Ser se encuentra en:
1. Aquellas personas que valoran altamente el encontrar la congruencia entre lo que piensan, dicen, sienten y actúan.
2. Aquellas que mantienen una actitud de frescura y aprecio hacia la naturaleza y el mundo.
3. Aquellas que conciben su propia vida como una misión de aportación y construcción, ya sea a las personas que aman o de una forma más universal a la humanidad en general.
4. Aquellas que viven una profunda aceptación, respeto y aprecio por su propia individualidad y la de sus semejantes, sin menoscabo de la espontaneidad en la expresión de sus sentimientos y afectos tanto de cercanía como de distancia, es decir, que se relaciona consigo mismo y con los demás, sin perder su congruencia básica. Estas personas tienen como característica el involucrarse en relaciones interpersonales profundas.
5. Aquellas personas que ven en el trabajo una posibilidad de Ser a partir de la actualización de sus facultades y capacidades en un proceso de creación y autorrealización de su quehacer diario.
6. Aquellas personas que aun gozando de una posición socioeconómica privilegiada o gozando de posiciones de status, de poder y reconocimiento, su principal énfasis está puesto en su vocación de propiciarse un crecimiento personal para Ser y trascender como personas.
El adiestramiento es el aprendizaje o destreza que la persona adquiere orientada fundamentalmente a labores de tipo manual o físico. Una buena educación para hacer debe ser integral, es decir, debe darle al ser humano una perspectiva totalizadora e integradora del fenómeno humano–laboral con la trascendencia que de suyo implica, de tal manera que el aprender a hacer no conduzca al hombre a sumergirse en la especialización enajenante de ver el aprendizaje en, por y para el trabajo únicamente.


d) Aprender a enseñar

Probablemente una de las mejores formas de aprender es enseñando; uno de los mejores modos de dar y trascender es trasmitiendo a otros lo que el estudio y la experiencia nos han enseñado. Desde luego, enseñar no es la única forma de dar y trascender, y por ello no todos los seres humanos están abocados a la labor de enseñanza, sin embargo, “aprender a enseñar” y “enseñando”, se convierten en criterios y herramientas más en el camino de la superación y el crecimiento personal y profesional de la persona. Aprender a enseñar significa tomar un compromiso del yo frente al otro, un compromiso cuyo contenido es la generosidad y apertura de mi experiencia aprendida para compartirla y regalarla al otro. La enseñanza, lo sabemos, en el fondo no es un comercio, aunque algunas formas así lo requieren como modo de vida y profesión, que como tal, debe ser remunerada para la supervivencia económica de algunos individuos. Ciertamente una de las profesiones más excelsas es el ser maestro. En algunas culturas el rol del profesor constituye uno de los más importantes cargos y posiciones en su estructura social. Desgraciadamente, en otras culturas el profesor equivale al mal pagado, profesionista frustrado o en el mejor de los casos intelectual de segunda. Lo que es cierto es que en nuestra actual sociedad de cambios presenta grandes necesidades educativas, y requiere cada vez más de profesores, capacitadores, facilitadores e instructores en diversas áreas de la técnica y de las humanidades.

e) Aprendizaje experiencial

El método de aprendizaje experiencial se basa en la concepción de que el hombre es un ser integral que debe desarrollar armónicamente todas sus potencialidades tanto físicas como psicológicas y sociales. Especialmente la comprensión intelectual y afectiva de sí mismo y su mundo darán pie a este desarrollo integral. El aprendizaje experiencial implica a los demás en el proceso de aprender. Nos descubrimos en los demás y solo podemos definirnos en relación a un tú concreto. Se utiliza el trabajo de reflexión individual apoyado en escritos personales, dibujos, esquemas, lecturas, etc. Asimismo, se utilizan técnicas de reflexión y comunicación grupal. Todos los participantes en este método son corresponsables del aprendizaje y del éxito de todos. También el coordinador hará exposiciones que vayan ayudando al grupo hacia el logro de sus objetivos. El ciclo de aprendizaje experiencial descrito por Pffeifer y Jones se demuestra esquemáticamente como sigue:
EXPERIMENTAR
COMPARTIR
APLICAR
 




GENERALIZAR
INTERPRETAR
 

A partir de experiencias o vivencias recordadas o promovidas se fomenta el sacarlas del dominio interpersonal y compartirlas con el grupo, de manera que se perciban estas experiencias desde nuevos ángulos. El compartir se realiza en un ambiente de empatía, confianza y aceptación; en un ambiente libre de amenazas y defensas. Este paso de compartir se fomenta a base de preguntas tales como: ¿Qué sucedió? ¿Qué experimentaron? ¿Cómo se sintieron?, etc. Interpretar se realiza una vez que la experiencia ha sido descrita sin juicios de valor o prejuicios, simplemente como es. La interpretación implica la elaboración mental que busca significados, relaciones, causas. Se fomenta con preguntas tales como:¿Qué significa esto para ustedes? ¿Qué implican estas experiencias y estos sentimientos? ¿Qué dice de ustedes mismos esta experiencia?, etc. El cuarto paso de generalizar implica proyectar analógicamente la vivencia concreta a la experiencia diaria o de toda la vida. Es delimitar lo vivido en el momento de la realidad total cada quien. Se refiere también a encontrar las condiciones en que se dan las respuestas, actitudes o conductas que surgieron en la experiencia analizada. Esto se fomenta con preguntas tales como: ¿Qué tanto esto que vivimos aquí se repite en nuestra vida diaria? ¿Qué nos dice esta experiencia de nuestros rasgos o dimensiones de carácter? ¿Qué aprendemos de nuestra conducta a partir de lo que sucedió en esta experiencia? ¿Qué nos dice nuestra forma de trabajo o de la vida diaria?, etc. El quinto paso: aplicar, es el objetivo de aprendizaje. Es el verdadero cambio. Este cambio se debe lograr al menos en las actitudes, o sea en los deseos y predisposición al cambio de conductas. Este es el fruto de todo proceso; implica las conclusiones, objetivos, metas concretas que la persona pretende llevar en su forma de actuar y sentir. La aplicación en la vida real será el cambio planeado y esperado. Esto se alienta a base de preguntas tales como: ¿Qué conclusión sacan de todo el ejercicio? ¿Qué conductas concretas pretenden modificar? ¿Qué actividades pretenden realizar para lograr cambios? ¿Cuándo? ¿Con quién vas a realizar estos cambios? ¿Cómo vas a asegurarte el logro de tus metas? Este modelo de aprendizaje experiencial está basado en una comunicación eficaz y utiliza el método de retroalimentación o feedback que es una herramienta de resultados probados en eventos de consultoría, dinámica de grupos y procesos de crecimiento personal.

Claridad de objetivos y motivación al logro

Uno de los requerimientos más importantes para la elaboración de un plan de vida y carrera es un autoanálisis respecto de la claridad y conocimiento consciente de los objetivos que pretendo lograr y la motivación que tengo para el logro de los mismos. Podríamos establecer una correlación entre estas dos variables que nos llevaría decir que a mayor claridad en los objetivos, mayor será la motivación y energía que imprima para su realización. El cuadro que se presenta pretende ser una sencilla guía para ubicarnos en cualquiera de los cuatro cuadrantes y a través de un auto cuestionamiento y autodiagnóstico, poder concluir en que situación estamos actualmente y poder de acuerdo a ello, iniciar la tarea de clarificar nuestros objetivos vitales y medir la correspondiente fuerza que nos mueve hacia ellos, es decir, nuestra motivación. Refuerce su motivación para lograr sus objetivos ayudándose de las siguientes estrategias:
1. Asegúrate de que sean realistas tus objetivos en tiempo y cometido y que verdaderamente los quieres lograr y concuerdan con tus valores.
2. Comenta tus objetivos con personas que te impulsen a lograrlos (amigos, compañeros de trabajo, quienes tengan necesidades, ideas o motivaciones).
3. Visualízate  a ti mismo una vez logrado su objetivo, imagínate como se sientes, como gozas tu objetivo, etc. Modifica si crees que no vas a sentirte suficientemente recompensado.
4. Si es posible divide el objetivo en objetivos parciales y felicítate al conseguir cada objetivo parcial (por ejemplo, felicítate después de haber conseguido los primeros
$10,000.00 para el coche nuevo). O si no puedes dividir el objetivo en varios, felicítate y goza cada acción o evento o actitud que te acerque al objetivo propuesto.
5. Elabora estrategias para aumentar las fuerzas a favor, disminuir las fuerzas en contra.
6. Si es posible, conoce más sobre las bondades de su objetivo a través de lecturas, experiencias, conversaciones, etc., o modifique sino los encuentra suficientemente valiosos.
7. Clarifica tus objetivos y mide tu motivación

ALTA
SE CLARAMENTE LO QUE TENGO QUE LOGRAR PERO NO QUIERO LOGRARLO
NO SÉ QUÉ QUIERO NI TENGO GANAS DE LOGRAR NADA
NO SÉ QUÉ QUIERO PERO SIENTO MUCHOS DESEOS DE LOGRAR ALGO
SE CLARAMENTE LO QUE QUIERO Y LO QUE QUIERO LOGRAR
 









BAJA                                                                                                                    ALTA