miércoles, 5 de diciembre de 2012

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¿Hombres de Marte y Mujeres de Venus?

Cuando se habla de hombres y mujeres existe una tendencia a enfatizar las diferencias entre ambos sexos y otorgar ciertas características a cada grupo con base en percepciones físicas, sociales y personales, que pueden o no calzar en exactitud con la realidad.

En la naturaleza, la construcción de los sexos opuestos tiene raíz en la definición cromosómica del sexo biológico (XX o XY), las hormonas (predominancia de estrógenos o andrógenos) y los genitales (femeninos o masculinos), lo que da lugar a la división en machos y hembras.Por ejemplo ayer escuchaba posible pregunta de examen que dan los testículos o los ovarios osease decía?. (problemas sic)
Pero la biología no lo determina todo, los científicos sociales que han explorado las diferencias entre los sexos, encuentran que la construcción de un ser femenino y masculino parte de atributos impuestos, es decir, un deber ser de hombres y mujeres determinado por la cultura y los grupos sociales.
¿Hombre fuerte y mujer débil?
Dentro de la cultura totonaca, por ejemplo, el Sol representa fuerza, calor, beneficio y simboliza lo masculino; mientras que la Luna es sinónimo de oscuridad, tristeza, desgracia y símbolo del ser femenino.
En México, un estudio realizado en los años 50, mostró que más del 80 por ciento de los estudiantes de secundaria en nuestro país estaban de acuerdo con la afirmación: “los hombres son más inteligentes que las mujeres.”
Sin embargo, en 2008, Rolando Díaz Loving, investigador de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México, reportó que sólo el 30 por ciento de los estudiantes de secundaria aceptaron dicha afirmación. “Estos estereotipos parten de una característica biológica inicial y se fortalecen con creencias, normas y valores”, explica el psicólogo.
Recientemente, Díaz Loving exploró la percepción de 800 hombres y mujeres hacia características instrumentales, consideradas típicas de los hombres: independencia, inteligencia, competitividad, esfuerzo; y características expresivas, atribuidas a las mujeres: cariño, ternura, emoción, responsabilidad.
Los resultados mostraron que ambos tipos de características son socialmente aceptables en  hombres y mujeres, pero unas son más deseables en determinado sexo. Por ejemplo, se espera que los hombres sean emprendedores, valientes y audaces, atributos que conducen al bienestar personal. Mientras que las mujeres, aunque pueden tener esas características, tienden a enfocarlas más al cuidado de los demás.
“Lo ideal es que en un futuro dejemos de hablar de sexos, de estereotipos y roles de género y asumamos que somos seres humanos. Lo que el mundo necesita son personas con características socialmente deseables, independientemente del sexo al que pertenezcan” concluye Díaz Loving. Dicho de otro modo no solo de biología vive el hombre recuerden es un ser social.