3.-
Criterios y metas de aprendizaje vital
a)
Aprender a aprender
En
nuestra sociedad moderna. El hombre culto es aquel que ha aprendido a aprender.
Dijimos además que la capacidad y apertura para aprender es una condición de
vitalidad. Esta actitud ante la vida, ante la ciencia y la experiencia
cotidiana es en último término el tener el talento de reflexionar y valorar los
eventos personales y sociales y la relación que la persona guarda en su
contacto con el mundo. La información que manejamos actualmente nos hace
incapaces de asimilarla y desmenuzarla. La única posibilidad de manejar todos
los estímulos exteriores guardando el equilibrio y la sabiduría es ejercitando
nuestra capacidad de valorar y jerarquizar prioritariamente aquellos temas que
tocan el centro valoral de las personas tanto en su dimensión individual como
en la relación con el trabajo. El ideal de la Universidad Medieval, de poseer
todos los conocimientos; de Universitas, nunca fue alcanzado y ha dejado de ser
un sueño ahora. El verdadero aprendizaje según la pedagogía moderna no está
fundado en un conocimiento acumulativo enciclopedista, que se refiere sólo a la
dimensión conceptual en donde se presupone que la posesión e incorporación de
conocimientos conceptuales produce de suyo los cambios conductuales y enriquece
las habilidades y modifica los hábitos. De aquí que por mucho tiempo se
confundiera el pensamiento y la filosofía racionalista de las personas con su
comportamiento. Lo importante entonces era tener conceptos “rectos”, pertenecer
a la escuela correcta “recta razón” y fruto de esa escuela fueron los dogmas,
el magíster dixit, la recta razón, la inquisición, y la sacralización de la
razón. En donde lo importante para el ser humano era tener los conceptos
adecuados, las definiciones claras en detrimento y menosprecio de la experiencia
emocional, afectiva, física y espiritual. Tuvo que aparecer la corriente
existencialista en la historia del pensamiento filosófico para unificar y
armonizar de nuevo la esencia con la existencia, el espíritu y la materia, la
razón con la emoción y la voluntad y la teoría con la práctica; para ofrecer
una síntesis superior con el encuentro del ser humano en su experiencia vital integral.
Este encuentro parte del diálogo interior con el “sí mismo” como única
posibilidad de congruencia y aprendizaje significativo. Un segundo paso de
trascendencia es el diálogo con el “tú” el encuentro con el “otro”, con las
experiencias vitales que me confrontan y de las cuales aprendo; es más, sólo me
puedo entender a partir de la experiencia con el otro, que me auto define y
limita encontrando mi verdadera identidad y trascendencia. Este es el proceso
más profundo del aprendizaje humano, de aquí que sólo podamos aprender
significativamente a partir de la relación interpersonal o grupal. Sólo para
esta relación cobran sentido los conocimientos filosóficos, científicos y
técnicos, con cuyas aportaciones se sella la naturaleza social del hombre. Esta
es la actitud vital que debe caracterizar todo esfuerzo de planeación de vida y
carrera, que contiene básicamente un conocimiento y aprendizaje sobre mí mismo,
un conocimiento y aprendizaje de mi contexto vital que me presenta alternativas
de acción y la capacidad consciente de conjugar y optar por aquellas
alternativas que enriquecen mi carrera hacia la autorrealización.
b)
Aprender a ser
Este
enfoque existencial promueve principalmente el desarrollo del ser humano hacia el
logro y plenitud de sus capacidades en donde el ideal ha sido claramente expresado
por algunos de los exponentes más prestigiados de la psicología humanista, así como
de la filosofía existencial. C. Rogers habla de la teoría del funcionamiento
óptimo, A. Maslow con su definición del hombre autor realizado, Víctor Frankl y
Erich Fromm con su énfasis en la trascendencia del hombre, más en el “ser” que
en el “tener” y la búsqueda del sentido de la vida. Las principales
características de este aprendizaje o vocación a. Ser se encuentra en:
1.
Aquellas personas que valoran altamente el encontrar la congruencia entre lo que
piensan, dicen, sienten y actúan.
2.
Aquellas que mantienen una actitud de frescura y aprecio hacia la naturaleza y el
mundo.
3.
Aquellas que conciben su propia vida como una misión de aportación y construcción,
ya sea a las personas que aman o de una forma más universal a la humanidad en
general.
4.
Aquellas que viven una profunda aceptación, respeto y aprecio por su propia
individualidad y la de sus semejantes, sin menoscabo de la espontaneidad en la
expresión de sus sentimientos y afectos tanto de cercanía como de distancia, es
decir, que se relaciona consigo mismo y con los demás, sin perder su congruencia
básica. Estas personas tienen como característica el involucrarse en relaciones
interpersonales profundas.
5.
Aquellas personas que ven en el trabajo una posibilidad de Ser a partir de la
actualización de sus facultades y capacidades en un proceso de creación y
autorrealización de su quehacer diario.
6.
Aquellas personas que aun gozando de una posición socioeconómica privilegiada o
gozando de posiciones de status, de poder y reconocimiento, su principal énfasis
está puesto en su vocación de propiciarse un crecimiento personal para Ser y
trascender como personas.
El
adiestramiento es el aprendizaje o destreza que la persona adquiere orientada
fundamentalmente a labores de tipo manual o físico. Una buena educación para
hacer debe ser integral, es decir, debe darle al ser humano una perspectiva
totalizadora e integradora del fenómeno humano–laboral con la trascendencia que
de suyo implica, de tal manera que el aprender a hacer no conduzca al hombre a
sumergirse en la especialización enajenante de ver el aprendizaje en, por y
para el trabajo únicamente.
d)
Aprender a enseñar
Probablemente
una de las mejores formas de aprender es enseñando; uno de los mejores modos de
dar y trascender es trasmitiendo a otros lo que el estudio y la experiencia nos
han enseñado. Desde luego, enseñar no es la única forma de dar y trascender, y
por ello no todos los seres humanos están abocados a la labor de enseñanza, sin
embargo, “aprender a enseñar” y “enseñando”, se convierten en criterios y
herramientas más en el camino de la superación y el crecimiento personal y
profesional de la persona. Aprender a enseñar significa tomar un compromiso del
yo frente al otro, un compromiso cuyo contenido es la generosidad y apertura de
mi experiencia aprendida para compartirla y regalarla al otro. La enseñanza, lo
sabemos, en el fondo no es un comercio, aunque algunas formas así lo requieren
como modo de vida y profesión, que como tal, debe ser remunerada para la
supervivencia económica de algunos individuos. Ciertamente una de las
profesiones más excelsas es el ser maestro. En algunas culturas el rol del
profesor constituye uno de los más importantes cargos y posiciones en su
estructura social. Desgraciadamente, en otras culturas el profesor equivale al
mal pagado, profesionista frustrado o en el mejor de los casos intelectual de
segunda. Lo que es cierto es que en nuestra actual sociedad de cambios presenta
grandes necesidades educativas, y requiere cada vez más de profesores, capacitadores,
facilitadores e instructores en diversas áreas de la técnica y de las
humanidades.
e)
Aprendizaje experiencial
El
método de aprendizaje experiencial se basa en la concepción de que el hombre es
un ser integral que debe desarrollar armónicamente todas sus potencialidades
tanto físicas como psicológicas y sociales. Especialmente la comprensión
intelectual y afectiva de sí mismo y su mundo darán pie a este desarrollo
integral. El aprendizaje experiencial implica a los demás en el proceso de
aprender. Nos descubrimos en los demás y solo podemos definirnos en relación a
un tú concreto. Se utiliza el trabajo de reflexión individual apoyado en
escritos personales, dibujos, esquemas, lecturas, etc. Asimismo, se utilizan
técnicas de reflexión y comunicación grupal. Todos los participantes en este
método son corresponsables del aprendizaje y del éxito de todos. También el
coordinador hará exposiciones que vayan ayudando al grupo hacia el logro de sus
objetivos. El ciclo de aprendizaje experiencial descrito por Pffeifer y Jones
se demuestra esquemáticamente como sigue:
A
partir de experiencias o vivencias recordadas o promovidas se fomenta el
sacarlas del dominio interpersonal y compartirlas con el grupo, de manera que se
perciban estas experiencias desde nuevos ángulos. El compartir se realiza en un
ambiente de empatía, confianza y aceptación; en un ambiente libre de amenazas y
defensas. Este paso de compartir se fomenta a base de preguntas tales como: ¿Qué
sucedió? ¿Qué experimentaron? ¿Cómo se sintieron?, etc. Interpretar se realiza
una vez que la experiencia ha sido descrita sin juicios de valor o prejuicios,
simplemente como es. La interpretación implica la elaboración mental que busca
significados, relaciones, causas. Se fomenta con preguntas tales como:¿Qué
significa esto para ustedes? ¿Qué implican estas experiencias y estos
sentimientos? ¿Qué dice de ustedes mismos esta experiencia?, etc. El cuarto
paso de generalizar implica proyectar analógicamente la vivencia concreta a la
experiencia diaria o de toda la vida. Es delimitar lo vivido en el momento de
la realidad total cada quien. Se refiere también a encontrar las condiciones en
que se dan las respuestas, actitudes o conductas que surgieron en la
experiencia analizada. Esto se fomenta con preguntas tales como: ¿Qué tanto
esto que vivimos aquí se repite en nuestra vida diaria? ¿Qué nos dice esta
experiencia de nuestros rasgos o dimensiones de carácter? ¿Qué aprendemos de
nuestra conducta a partir de lo que sucedió en esta experiencia? ¿Qué nos dice
nuestra forma de trabajo o de la vida diaria?, etc. El quinto paso: aplicar, es
el objetivo de aprendizaje. Es el verdadero cambio. Este cambio se debe lograr
al menos en las actitudes, o sea en los deseos y predisposición al cambio de
conductas. Este es el fruto de todo proceso; implica las conclusiones,
objetivos, metas concretas que la persona pretende llevar en su forma de actuar
y sentir. La aplicación en la vida real será el cambio planeado y esperado.
Esto se alienta a base de preguntas tales como: ¿Qué conclusión sacan de todo
el ejercicio? ¿Qué conductas concretas pretenden modificar? ¿Qué actividades
pretenden realizar para lograr cambios? ¿Cuándo? ¿Con quién vas a realizar
estos cambios? ¿Cómo vas a asegurarte el logro de tus metas? Este modelo de
aprendizaje experiencial está basado en una comunicación eficaz y utiliza el
método de retroalimentación o feedback que es una herramienta de resultados
probados en eventos de consultoría, dinámica de grupos y procesos de crecimiento
personal.
Claridad de objetivos y motivación al logro
Uno
de los requerimientos más importantes para la elaboración de un plan de vida y
carrera es un autoanálisis respecto de la claridad y conocimiento consciente de
los objetivos que pretendo lograr y la motivación que tengo para el logro de
los mismos. Podríamos establecer una correlación entre estas dos variables que
nos llevaría decir que a mayor claridad en los objetivos, mayor será la
motivación y energía que imprima para su realización. El cuadro que se presenta
pretende ser una sencilla guía para ubicarnos en cualquiera de los cuatro
cuadrantes y a través de un auto cuestionamiento y autodiagnóstico, poder
concluir en que situación estamos actualmente y poder de acuerdo a ello,
iniciar la tarea de clarificar nuestros objetivos vitales y medir la
correspondiente fuerza que nos mueve hacia ellos, es decir, nuestra motivación.
Refuerce su motivación para lograr sus objetivos ayudándose de las siguientes estrategias:
1.
Asegúrate de que sean realistas tus objetivos en tiempo y cometido y que
verdaderamente los quieres lograr y concuerdan con tus valores.
2.
Comenta tus objetivos con personas que te impulsen a lograrlos (amigos,
compañeros de trabajo, quienes tengan necesidades, ideas o motivaciones).
3.
Visualízate a ti mismo una vez logrado
su objetivo, imagínate como se sientes, como gozas tu objetivo, etc. Modifica
si crees que no vas a sentirte suficientemente recompensado.
4.
Si es posible divide el objetivo en objetivos parciales y felicítate al
conseguir cada objetivo parcial (por ejemplo, felicítate después de haber
conseguido los primeros
$10,000.00
para el coche nuevo). O si no puedes dividir el objetivo en varios, felicítate
y goza cada acción o evento o actitud que te acerque al objetivo propuesto.
5.
Elabora estrategias para aumentar las fuerzas a favor, disminuir las fuerzas en
contra.
6.
Si es posible, conoce más sobre las bondades de su objetivo a través de lecturas,
experiencias, conversaciones, etc., o modifique sino los encuentra suficientemente
valiosos.
7.
Clarifica tus objetivos y mide tu motivación
ALTA
SE
CLARAMENTE LO QUE TENGO QUE LOGRAR PERO NO QUIERO LOGRARLO
|
NO
SÉ QUÉ QUIERO NI TENGO GANAS DE LOGRAR NADA
|
NO
SÉ QUÉ QUIERO PERO SIENTO MUCHOS DESEOS DE LOGRAR ALGO
|
SE
CLARAMENTE LO QUE QUIERO Y LO QUE QUIERO LOGRAR
|
BAJA
ALTA