¿Hombres de Marte y Mujeres de Venus?
Cuando
se habla de hombres y mujeres existe una tendencia a enfatizar las diferencias
entre ambos sexos y otorgar ciertas características a cada grupo con base en
percepciones físicas, sociales y personales, que pueden o no calzar en
exactitud con la realidad.
En
la naturaleza, la construcción de los sexos opuestos tiene raíz en la
definición cromosómica del sexo biológico (XX o XY), las hormonas
(predominancia de estrógenos o andrógenos) y los genitales (femeninos o
masculinos), lo que da lugar a la división en machos y hembras.Por ejemplo ayer escuchaba posible pregunta de examen que dan los testículos o los ovarios osease decía?. (problemas sic)
Pero
la biología no lo determina todo, los científicos sociales que han explorado
las diferencias entre los sexos, encuentran que la construcción de un ser
femenino y masculino parte de atributos impuestos, es decir, un deber ser de
hombres y mujeres determinado por la cultura y los grupos sociales.
¿Hombre
fuerte y mujer débil?
Dentro
de la cultura totonaca, por ejemplo, el Sol representa fuerza, calor, beneficio
y simboliza lo masculino; mientras que la Luna es sinónimo de oscuridad,
tristeza, desgracia y símbolo del ser femenino.
En
México, un estudio realizado en los años 50, mostró que más del 80 por ciento
de los estudiantes de secundaria en nuestro país estaban de acuerdo con la
afirmación: “los hombres son más inteligentes que las mujeres.”
Sin
embargo, en 2008, Rolando Díaz Loving, investigador de la Facultad de Psicología
de la Universidad Nacional Autónoma de México, reportó que sólo el 30 por
ciento de los estudiantes de secundaria aceptaron dicha afirmación. “Estos
estereotipos parten de una característica biológica inicial y se fortalecen con
creencias, normas y valores”, explica el psicólogo.
Recientemente,
Díaz Loving exploró la percepción de 800 hombres y mujeres hacia
características instrumentales, consideradas típicas de los hombres:
independencia, inteligencia, competitividad, esfuerzo; y características expresivas,
atribuidas a las mujeres: cariño, ternura, emoción, responsabilidad.
Los
resultados mostraron que ambos tipos de características son socialmente
aceptables en hombres y mujeres, pero
unas son más deseables en determinado sexo. Por ejemplo, se espera que los
hombres sean emprendedores, valientes y audaces, atributos que conducen al
bienestar personal. Mientras que las mujeres, aunque pueden tener esas
características, tienden a enfocarlas más al cuidado de los demás.
“Lo
ideal es que en un futuro dejemos de hablar de sexos, de estereotipos y roles
de género y asumamos que somos seres humanos. Lo que el mundo necesita son
personas con características socialmente deseables, independientemente del sexo
al que pertenezcan” concluye Díaz Loving. Dicho de otro modo no solo de biología vive el hombre recuerden es un ser social.